Sostener la inmensidad, la tranquilidad y el gozo requiere también de un sistema nervioso regulado.
La práctica que necesitamos para poder transitar en esta vida no solo es para transitar ante la adversidad. Por eso hay tantas personas con dificultad para conectar con su propio estado de calma.
La práctica para lograr permanecer en ella está a tu alcance en cada experiencia de la vida cotidiana pero requiere tal cual de práctica y acompañamiento.
En un principio puede vivirse hasta amenazante ya que se vive cierto síndrome de abstinencia por el hábito de estar siempre hiperalerta e hiperestimulado. Cómo una adicción.
Aquí algunos ejemplos para practicar y reconocer tus niveles de intolerancia (irritabilidad del sistema nervioso).
Simplemente observa que sientes en tu cuerpo, que pensamientos y sensaciones vienen. Nota no solo lo incómodo o lo cómodo si no que te permiten reconocer uno y el otro sin dejar tu atención fija en ninguno de los dos.
Cosas “incómodas”
-Esperar en un semáforo
-Esperar a dar tu opinión
-Tomar el celular unos minutos después de sentir el impulso de tomarlo.
-Esperar un poco antes de comprar algo.
-Cuando no encuentres algo (como las llaves en la bolsa).
Cosas “cómodas”. Observa cuánto tiempo lo toleras y qué pasa en ti.
-Escuchar los pájaros.
-Escuchar tu respiración.
-Sentir tus latidos.
-Escuchar el silencio.
-Estar en silencio con alguna persona querida.
Aprende a reconocer tus propios recursos y déjate sostener por la inmensidad.
Tu mente, tu cuerpo, tu espíritu y tus seres queridos te lo agradecerán.
La inmensidad está en ti!